viernes, 1 de junio de 2012

Taller de experimentación.


Modos de escribir y de leer 
Otto Dix
 Este año volvemos a darnos cita para continuar con este taller de lectura y escritura. Creemos que la práctica de lectura y de escritura resultan inescindibles la una de la otra. Y es que, cualquiera sean las disciplinas, la interpretación y la creación son, en el estudio, dos caras que se confunden interminablemente en un mismo proceso. De allí que nuestra propuesta sigue siendo la de experimentar prácticas de interpretación, indagación, y producción en torno a cierta selección de textos susceptibles de ser enlazados con una diversidad de registros (imágenes, sonidos, movimientos, etc.)
Quienes convocamos hemos pasado por la Facultad de Ciencias Sociales, por la Facultad de Filosofía y Letras, por la escuela… y nos motiva la posibilidad de examinar críticamente nuestras operaciones de lectura y escritura. Ni más, ni menos.
Presentamos entonces la posibilidad de construir un espacio común a partir de una diversidad de recorridos y con el fin de sostener objetivos de investigación-experimentación en base a acuerdos colectivos de trabajo. Porque pensar es moverse con otros, conmoverse con otros.

Propuesta de lectura, y de largada: Para indagar acerca de nuestras operaciones de lectura y escritura proponemos, como punto de partida, el estudio de algunas de las obras de los colegas Deleuze y Derrida. La selección de textos que llevamos a cabo asume que no hay obra privilegiada para abordar las políticas de escritura y lectura presentes en los textos de estos autores. Por lo pronto, adjuntamos en esta convocatoria un cronograma de lecturas posibles. Dicho cronograma es una propuesta inicial que -esperamos que así sea- puede ser enriquecida y complejizada con los sucesivos encuentros.
En cuanto a la dinámica de lectura, no es nuestra intención predeterminar lo que puede ser encontrado en los materiales a trabajar, sino que proponemos leer los textos en atención a qué es lo que ocurre al leerlos. ¿Qué preguntas nos motivan? ¿Qué problemas emergen? ¿Con qué podemos conectar todo ello? Este modo de encarar la lectura será nuestro punto de partida, es decir, será la predisposición de la cual partiremos para luego ir precisando conceptualmente los textos abordados.

jueves, 31 de mayo de 2012

CRONOGRAMA DE TRABAJO TENTATIVO


Los encuentros son cada 3 sábados de 15 a 17 hs

LUGAR: la casona de Flores (morón 2453)

Sábado 12 de Mayo:
  • Deleuze, G. (2010), Abecedario, Buenos Aires, Colectivo Editor Devenir Imperceptible, pp.102-106
  • Deleuze, G. (2010), «La literatura y la vida», en Crítica y clínica, trad. Thomas Kauf, Barcelona, Anagrama, pp.11-18.
Sábado 26 de Mayo:
  • Derrida, J. (1989), «Fuerza y significación», en La escritura y la diferencia, trad. P. Peñalver, Barcelona, Anthropos, pp.07-51.
Sábado 16 de Junio:
  • Derrida, J. (1989), «Fuerza y significación», en La escritura y la diferencia, trad. P. Peñalver, Barcelona, Anthropos, pp.07-51.
  • Deleuze, G. (2005), «Cómo reconocer el estructuralismo», en La isla desierta y otros textos, trad. José Luis Pardo, Ed. Pe-textos, pp. 223-249
Sábado 07 de Julio:
  • Deleuze, G. (2010), Abecedario, Buenos Aires, Colectivo Editor Devenir Imperceptible, pp.76-86.
  • Deleuze, G. (2002), Nietzsche y la filosofía, trad. Carmén Artal, Madrid, Editora Nacional de Madrid, pp.130-143

    CONTINUAR CRONOGRAMA HACIENDO CLICK ABAJO

lunes, 28 de mayo de 2012

Perseguir la fabulación



 
El sábado 12 de mayo de 2012 -por si no lo tienen presente, un lindo y soleado sábado otoñal- cuatro gatos locos –en rigor, cinco- arribamos a la Casona de Flores para concretar nuestro primer encuentro. Entre mates, galletitas y mandarinas compartimos un par de lecturas y unas cuantas preguntas. Las lecturas las compartiremos más abajo; el mate, las galletitas y las mandarinas se las debemos; y las preguntas... bueno, intentaremos reponerlas de algún modo.

Sepan que no nos juntó únicamente el azar. A los Beatles tampoco: fue Paul el que un día dijo “John, te presento a George”. Y esa presentación fue posible porque un trasfondo musical, que precedía al encuentro mismo, ya los estaba inquietando. Del mismo modo, una de nosotras conocía a la otra, y esa conoció a una tercera... y así. Y si pudimos presentarnos mutuamente fue por una inquietud de fondo que nos motivaba (y aún lo hace). 

Lo diremos sin rodeos: todas escribimos. Y cuando decimos ‘escribimos’, no nos referimos al hecho de pulsar teclas frente a un monitor ni al de trazar grafías multiformes sobre una hoja de papel. Claro que escribimos en ese sentido, en efecto, son acciones –a veces casi mecánicas- que realizamos cotidianamente. Pero cuando nos reconocemos como escritoras, y cuando asumimos la escritura como una tarea que nos constituye, nos interesamos más bien por el sentido de lo que hacemos. De ahí que no nos resultan tiradas de los pelos preguntas como “¿qué es escribir?”, o “¿en qué se reconoce una escritora?” Pero, ojo, no nos formulamos estas preguntas para arribar a una definición universal, verdadera y objetiva de la labor que realizamos, sino más bien para delinear el sentido del trabajo que queremos afirmar. 

Rumeando el capítulo I de "Crítica y clínica"


Reunión 12-05-2012

¿Qué cercanía puede haber entre la filosofía y la literatura? El trabajo tan fino que implica toda producción + el encuentro que se produce con otros que acceden a ese trabajo. Un acercamiento cuyo resultado no está previamente codificado. El acercamiento al objeto (concepto, autor) es filosófico. 

Devenir: no se escribe para devenir lo dominante, porque lo dominante ya está dado (entonces, no habría devenir posible). El devenir es un proceso que da cuenta de algo previo a toda identidad y por eso es condición de posibilidad de toda identidad. El devenir no tiene punto de llegada, es impersonal (no se escribe desde el Yo, desde la neurosis propia), ningún Yo que controle el sentido. [Ver en la ‘G’ del ABC lo que dice respecto del devenir revolucionario].

Por eso el devenir es contrario a la imaginación, porque la imaginación parte de un Yo. La imaginación se opone a la fabulación. Un escritor es un fabulador: no es alguien que escribe sino alguien que puede desyoizarse, desprenderse de sí y hablarle a un pueblo que no existe y, de ese modo, crearlo. La función fabuladora es la que inventa al pueblo al cual se le habla. 
Hablar de y hablar por. Hay una diferencia de percepción entre la imaginación y la fabulación frente a lo real: mientras el fabular tiene un vínculo muy concreto con lo real, la imaginación puede quedar desconectada de lo real. La fabulación es un modo de decir colectivo, que bien puede ser enunciado por una sola persona porque esa persona puede conectar un montón de cosas. 

El problema de la invención conceptual y el requisito de novedad. Lengua materna, lógica sin racionalidad. El problema de la traducción e inconmensurabilidad. La escritura y el querer o no querer hablar de uno mismo. En este caso es inútil ese gesto porque las intenciones no importan. Si hay una literatura que puede afirmar el devenir (o lengua extranjerizante, etc) ¿Qué tendría Carroll que no tienen El señor de los anillos?