Reunión 12-05-2012
¿Qué cercanía puede haber entre la
filosofía y la literatura? El trabajo tan fino que implica toda
producción + el encuentro que se produce con otros que acceden a ese
trabajo. Un acercamiento cuyo resultado no está previamente
codificado. El acercamiento al objeto (concepto, autor) es
filosófico.
Devenir: no se escribe
para devenir lo dominante, porque lo dominante ya está dado
(entonces, no habría devenir posible). El devenir es un proceso que
da cuenta de algo previo a toda identidad y por eso es condición de
posibilidad de toda identidad. El devenir no tiene punto de llegada,
es impersonal (no se escribe desde el Yo, desde la neurosis propia),
ningún Yo que controle el sentido. [Ver en la ‘G’ del ABC lo que
dice respecto del devenir revolucionario].
Por eso el devenir es contrario a la
imaginación, porque la imaginación parte de un Yo. La imaginación
se opone a la fabulación. Un escritor es un fabulador: no es alguien
que escribe sino alguien que puede desyoizarse, desprenderse de sí y
hablarle a un pueblo que no existe y, de ese modo, crearlo. La
función fabuladora es la que inventa al pueblo al cual se le habla.
Hablar de y hablar por. Hay una diferencia de
percepción entre la imaginación y la fabulación frente a lo real:
mientras el fabular tiene un vínculo muy concreto con lo real, la
imaginación puede quedar desconectada de lo real. La fabulación es
un modo de decir colectivo, que bien puede ser enunciado por una sola
persona porque esa persona puede conectar un montón de cosas.
El problema de la invención conceptual
y el requisito de novedad. Lengua materna, lógica sin racionalidad.
El problema de la traducción e inconmensurabilidad. La escritura y
el querer o no querer hablar de uno mismo. En este caso es inútil
ese gesto porque las intenciones no importan. Si hay una literatura
que puede afirmar el devenir (o lengua extranjerizante, etc) ¿Qué
tendría Carroll que no tienen El señor de los anillos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario